40 años después, el mismo protagonismo

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El 11 de marzo de aquel 1973 el pueblo argentino se expresó sin proscripciones partidarias por primera vez desde el golpe de Estado de 1955, cuando la alianza cívico militar autodenominada Revolución Libertadora, postergara el sueño de las grandes mayorías de vivir en un país libre, justo y soberano. A pesar de que la dictadura impidió que el Gral. Perón fuera candidato, ese 11 de marzo, el pueblo argentino dio una lección de lealtad a su lider y a sus ideales, votando masivamente a Héctor J Cámpora. Desde 1955, la sucesión de democracias restrictivas y golpes de Estado se habían impuesto el objetivo de que el pueblo olvidara a Perón y desmantelar las políticas nacionales y populares llevadas adelante entre 1945 y 1955. Pero ese día histórico, fruto de 18 años de lucha, organización y resistencia, se mostró que la memoria popular es más fuerte que la prepotencia oligárquica.

Desde que el golpe del 55 derrocara violentamente a Perón y lo obligara a partir al exilio, gradualmente los movimientos de resistencia popular fueron constituyendo formas organizativas y estrategias políticas que impidieron la estabilización de la dictadura que se instaló en el poder en 1966 con la promesa de permanecer en él durante 10 años La temprana lucha de las organizaciones sindicales, estudiantiles, barriales, juveniles, fue conformando progresivamente un mosaico de inéditas expresiones de rebeldía. Cordobazo, rosariazo, tucumanazo, son ejemplos de ese país que arde y muestra una Argentina que no se resignó a olvidar el proyecto nacional que por primera vez incluyó y colocó como protagonistas a las grandes mayorías más postergadas. Ya no se trataba sólo de decirle que no a la dictadura. El crecimiento del movimiento nacional y popular de resistencia mostró que estaba dispuesto a disputar el poder real, colocando nuevamente al Gral Perón en la conducción del Estado. El contexto latinoamericano, que mostraba en Salvador Allende el principal ejemplo del nuevo momento liberador en la Región, también jugó un papel decisivo Así, ante la presión popular, la dictadura, acorralada con huelgas, movilizaciones y estallidos populares, se ve obligada a diseñar una salida democrática que pretendió ser condicionada, pero que la lucha del pueblo y la conducción política de Perón desde el exilio permitió ensanchar hasta límites no imaginados por los militares que detentaban el poder.

El 11 de marzo de 1973 se quiebran 18 años de proscripciones al movimiento popular, se abre la posibilidad para el retorno definitivo del líder a su patria y se triunfa sobre la proscripción de las mayorías ganando las elecciones por amplio margen.
Fue la victoria de la memoria sobre el olvido. No lograron que el pueblo olvidara a Perón. El triunfo de Héctor J. Cámpora representa la voluntad y persistencia del pueblo para reconstituirse como protagonista de su propia historia.
Cuarenta años después, el mismo protagonismo popular con nuevos liderazgos recupera su vigencia en Argentina y América Latina y vuelve a tomar como propias y llevar a la victoria las banderas de la independencia económica, la integración regional, la soberanía y la justicia social.

*Publicado hoy en Tiempo Argentino