Al inicio de la Década Ganada, asumí como ministro de Educación de un país totalmente diferente al actual. En el infierno, como decía Néstor. En 2003 había 25% de desempleo, a fin de mayo la mayoría de las provincias no habían iniciado clases y pagaban sueldos con moneda ficticia. Una década atrás, dos de cada tres chicos eran pobres en Argentina y uno de cada tres tenía problemas para comer. Argentina creció, recuperó el trabajo, se hizo un país con autonomía y el beneficio del crecimiento se distribuyó entre todos.
Néstor asumió el domingo 25 de mayo. El lunes hablo con él y le digo que es imposible desplegar una estrategia en educación si no hay clases. Martes 27 de mayo de 2003: en su primera acción pública como Presidente, Néstor levanta la huelga docente en Entre Ríos. Luego viajamos al resto de las provincias en conflicto. Que el Presidente vaya, disponga de recursos, fue un hito que marcó toda la gestión. La educación quedó en el centro de la escena. Junto con ciencia y tecnología, fueron estrategias fundamentales del crecimiento de estos años.
La educación siempre fue considerada un gasto y no una inversión. Néstor decidió afrontar el financiamiento para siempre. La Ley de Financiamiento Educativo (2006) propuso llegar al 6% del PBI en 5 años. Esa meta fue sobrecumplida, hoy es una de las tasas más altas del mundo. La transformación educativa que inició Néstor y continúa Cristina: edificios, financiamiento, netbooks, terminalidad primaria y secundaria. Mejoramos matrícula y calidad de la educación. Diez años de crecimiento educativo muy importante, dimos vuelta una página en la historia. ¡Década Ganada!
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