Incorporan al Museo Malvinas una extensa bandera nacional que fue desplegada en las islas

AdministradorMalvinas e Islas del Atlántico Sur

Buenos Aires, 30 de julio (Télam).- Una bandera argentina de 15 metros, desplegada en 2013 en distintos lugares de las Malvinas,  pasó hoy a integrar el patrimonio del Museo sobre esas islas del Atlántico Sur, en un acto que contó con la presencia de Daniel Filmus, secretario de Estado para Asuntos relativos al archipiélago que Gran Bretaña usurpó en 1833.

La bandera es un trozo de una mayor, de 200 metros de largo, llena de inscripciones demostrativas de amor a la patria, que recorrió anteriormente el país desde La Quiaca hasta Ushuaia y desde el Mar Argentino a los Andes, y que también fue exhibida en el curso del acto.

En su inicio, el director del museo, Jorge Giles, presentó a los autores de la instalación, Maridel Cano y Abel Acevedo, vecinos de la pequeña localidad de Costa del Este, en el Partido de la Costa, provincia de Buenos Aires.

Acevedo y Cano -explicó Giles- fueron «el corazón y el alma» del proyecto «Patria mía», una bandera itinerante sobre la que todos los que lo desearan pudieran escribir frases de amor a la patria.

Se trató de una iniciativa que contó con el pleno apoyo del intendente del Partido de la Costa, Juan Pablo de Jesús, y que se inició en el jardín de su casa con una bandera de 40 metros.

Acevedo dijo que en realidad no se trataba propiamente de un pabellón, sino de una «tela de bandera», explicando que la diferencia es que si aquella no se puede escribir, ensuciar y ni siquiera lavar, la segunda puede ser utilizada como soporte de una expresión artística.

Esta misma distinción semántica la recordaría minutos después el veterano de guerra Walter Goñi, jefe de Gabinete del Municipio de la Costa , al recordar que debieron explicársela en inglés tarzanesco al vista de aduanas de Puerto Argentino (Port Stanley) para que autorizara su ingreso.

«Si estaba llena de leyendas de ningún modo podía ser una enseña nacional», dijo que argumentó entonces con éxito.
Visiblemente emocionada, Maridel Cano, recordó a la inmigrante boliviana que agradeció de rodillas sobre el paño haber tenido dos hijas argentinas.

Goñi repasó los preparativos del viaje a las Malvinas, que se iniciaron casi dos años antes, en noviembre de 2011, y cómo la bandera fue creciendo hasta llegar a los 200 metros.

El subdirector del museo, Mario Volpe, también veterano de guerra, recordó que combatió en el Monte Longdon, en las afueras de Puerto Argentino, dónde entre el 11 y el 12 de junio de 1982 perdieron la vida 36 compañeros suyos.

Enfatizó Volpe que el Reino Unido mantiene en las Malvinas una enorme base militar no para defender a los 3.000 kelpers que las habitan sino para controlar todo el Atlántico Sur.

Cerró el acto el ex senador Filmus, quien destacó que «si gente de otro país asistiera a esta ceremonia, posiblemente no entendería la emoción a flor de piel que nos embarga».

Explicó seguidamente que esa emoción se debe «a que no estamos completos, y eso realmente nos duele, es una herida que llevamos permanentemente».

Filmus destacó la importancia de la existencia del nuevo museo: «¡Qué suerte que exista este museo! Si no quizá no tendríamos dónde guardar y preservar esta bandera. Que representa el futuro, la esperanza que nos anima. De que algún día, más temprano que tarde, las Malvinas se reintegren a la soberanía cotidiana».

«El mejor homenaje (a quienes murieron en las islas) es crear las condiciones para recuperarlas, lo que debe hacerse por métodos pacíficos y con mucha perseverancia», concluyó el secretario de Estado.

El Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur se encuentra dentro del predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), dónde funciona hoy el Espacio para la Memoria (Télam).-