El ministro de Ciencia expuso sobre ciencia y datos para la toma de decisiones en un escenario marcado por los efectos del COVID-19 y las futuras emergencias mundiales
Buenos Aires, 7 de diciembre de 2021 – Se llevó a cabo de manera virtual la Sexta Reunión de Ministros y Altas Autoridades de Ciencia y Tecnología (VI REMCYT) en el ámbito del Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (CIDI), donde se reunieron los Estados Miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para impulsar el potencial de la ciencia, la tecnología y la innovación a fin de abordar las necesidades imperiosas del desarrollo en las Américas, incluidas aquellas que surgen como consecuencia del COVID-19. Bajo el lema “Aprovechando el poder de la ciencia y las tecnologías transformadoras para impulsar nuestras comunidades hacia el futuro”, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, participó de la sesión dedicada a prospectiva tecnológica como insumo para la toma de decisiones de política pública y ciencia para la toma de decisiones.
Filmus celebró que el encuentro se dé “en el comienzo de la post pandemia para evaluar dónde estamos y las políticas que se llevaron adelante en este periodo y el futuro científico tecnológico de nuestra región”. El ministro destacó la brecha científico tecnológica respecto a países centrales y América Latina, algo que la pandemia dejó aún más en descubierto, “la desigualdad es enorme, la concentración del conocimiento en un grupo de países permitió que se llevara el derecho a la vida y la muerte en algunas naciones”, y mencionó que mirando la foto del G20 “se concentraba el 85% de las vacunas del mundo y ahora estamos viendo cómo regiones enteras que no pudieron acceder a la vacuna la pandemia vuelva sobre ellas. Tenemos que resolver temas de ciencia y tecnología de manera igualitaria o estamos condenando a que buena parte de la población mundial sufra estos efectos”.
El ministro subrayó el desafío que la OEA juegue un papel más activo en la integración del desarrollo científico tecnológico de la región, “tenemos que tener un papel mucho más importante en la integración de la investigación científica tecnológica de nuestros países. Todos tienen problemas parecidos tanto sociales, tecnológicos, productivos; no es lo más racional que cada uno lo resuelva por su propio medio”, y profundizó “tenemos que articular y sumar soluciones parecidas. En este contexto el desafío es dejar de ser una región primarizada donde tengamos las riquezas a partir de la exportación de productos primarios con escaso valor agregado. Eso condena a nuestro pueblo a vivir en la pobreza, en una economía informal, y con poco acceso a nuevas tecnologías. La ciencia y tecnología en políticas públicas puede cambiar la matriz productiva y agregar valor a partir de la ciencia y la tecnología”. Para ello, Filmus subrayó trabajar y agregar condiciones para que los ministerios de ciencia y tecnología articulen metas y áreas concretas como biotecnología, transición energética, biodiversidad, entre otros.
“Esta reunión es importante para que veamos temas concretos en los cuales podemos colaborar. La OEA puede jugar un papel decisivo hacia esta dirección, para generar tecnologías específicas para nuestra región e implica un desafío en el comercio internacional y a la integración logística regional. El 92% que se exporta América Latina a los países centrales son productos primarios, sin embargo, el 40% que intercambiamos comercialmente entre los países de América Latina son productos con algún agregado de valor, mayormente productos industriales. Si queremos que las tecnologías aporten al desarrollo y al crecimiento de nuestros países necesitamos profundizar el trabajo común regional en la integración logística y económica”, afirmó con fuerza “para que no quede en algo más declarativo que en la práctica concreta”.
La sesión abordó los efectos del COVID-19 y las futuras emergencias mundiales y la importancia de acelerar el despliegue de los recursos disponibles a través de la ciencia, la tecnología y la innovación a través de la colaboración en materia de investigación y los datos para impulsar su planificación y la toma de decisiones. Durante la sesión hubo intercambio de aportes entre los Estados Miembros para convertirse en una oportunidad para crear inteligencia colectiva y poner a disposición datos abiertos, recursos y otras herramientas.
Otras sesiones que tuvieron lugar durante la VI REMCYT fueron: Juventud: Mejorar las habilidades y preparación para la industria 4.0; Ciencia, tecnología, innovación (CTI) y emprendimiento para reducir la brecha digital y promover la inclusión de mujeres y niñas, comunidades rurales e indígenas, y otras poblaciones en situaciones de vulnerabilidad; Colaboración pública-privada-academia efectiva para mejorar la competitividad y la calidad de vida; Igualdad de condiciones para la participación activa en la economía global de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) a través de la CTI; Prospectiva tecnológica como insumo para la toma de decisiones de política pública (Prospecta Américas); Ciencia para la toma de decisiones, y también, el tratamiento y consideración de la aprobación de la Declaración de Jamaica. Cabe destacar que las conclusiones de la VI REMCYT y la Declaración de Jamaica serán fundamentales para la elaboración de las recomendaciones que se presentarán a consideración de los Jefes de Estado y de Gobierno en la Cumbre de las Américas a celebrarse en Estados Unidos en el verano de 2022.