Informe de gestión en la Secretaría de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas

AdministradorMalvinas e Islas del Atlántico Sur

A partir del 2003, la reivindicación soberana sobre las Malvinas fue colocada en el núcleo central de la política exterior argentina como parte de una perspectiva más global de independencia política y económica e integración regional latinoamericana.

La política llevada adelante por el Gobierno de Néstor Kirchner y continuada por Cristina Fernández de Kirchner ha estado centrada en tres pilares básicos: a) fortalecer el consenso y el apoyo internacional al reclamo argentino a partir del respaldo de los organismos multilaterales, en particular los de la región latinoamericana, b) defender los intereses económicos y geopolíticos argentinos en la zona de las islas y en el Atlántico Sur para evitar la expoliación de los recursos naturales por parte de la potencia colonial, y c) consolidar como política de Estado y como parte de la conciencia colectiva de los argentinos,  lo planteado en la Cláusula Transitoria de la Constitución Nacional respecto de la condición “legítima e imprescriptible de la soberanía sobre las Islas Malvinas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes por ser parte integrante del territorio nacional”.

Respecto del apoyo internacional a la causa argentina, se continuó en estos años con la adopción de resoluciones y declaraciones favorables a la posición nacional del Comité Especial de Descolonización (C24) de la ONU y de la OEA. Pero la ofensiva diplomática permitió que numerosos organismos multilaterales sumaran, por primera vez, su consenso a través de declaraciones específicas. Son los casos de la CELAC, la Cumbre Iberoamericana, la Cumbre América del Sur-África (ASA), la Cumbre América del Sur-Países Árabes (ASPA), el Grupo de los 77 más China, la OLADE, el MERCOSUR, la UNASUR, la ALADI y la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZOPACAS), entre otros.

En cuanto al interés económico y geopolítico del Reino Unido, que pretende llevarse las riquezas que pertenecen a los 40 millones de argentinos, los gobiernos de Néstor y Cristina dejaron atrás las miradas neoliberales de los ’90 y desarrollaron una política de firme defensa de nuestros intereses.

Nuestro país ha denunciado frente a todos los foros regionales y multilaterales que el Reino Unido no sólo continúa desoyendo el mandato internacional de reanudación de las negociaciones y de no llevar adelante acciones unilaterales en la zona en disputa, sino que además sigue implementando la exploración y explotación de recursos naturales renovables y no renovables, para lo cual desarrolla una estrategia de permanente reforzamiento de su presencia militar.

En materia de hidrocarburos, la Cancillería coordinó el plan de acciones legales del Estado Nacional y realizó gestiones en el exterior contra las ilegítimas actividades de exploración y explotación de hidrocarburos en la plataforma continental argentina, en particular en el inicio de acciones penales contra las empresas involucradas. Ello implicó que el Congreso Nacional debiera modificar las leyes que regían hasta el momento.

En materia de pesca, se ha alentado la normativa por la cual no se otorgarán cuotas a buques pesqueros cuyos armadores o propietarios realicen operaciones de pesca dentro de las aguas bajo jurisdicción argentina sin el correspondiente permiso o estén relacionados económicamente con quienes realicen acciones de este tipo.

Pero nuestro país no ha restringido su perspectiva sobre el Atlántico Sur a la defensa de los intereses económicos respecto del colonialismo británico. Retomando la mirada que se implementó a partir de la perspectiva geopolítica que llevó adelante el general Perón desde mediados del siglo XX, se implementó una activa política de presencia en la región. Los aspectos ambientales y científicos han ocupado un papel preponderante en esta acción.

Estas iniciativas nos permiten afirmar que la reivindicación de la soberanía nacional sobre Malvinas no es un reclamo aislado, sino que forma parte de una perspectiva integral de nuestro país sobre la importancia estratégica que tiene el Atlántico Sur.

Tenemos plena conciencia de que ninguno de estos esfuerzos dará frutos si la Cuestión Malvinas no es asumida como una causa común a todos los argentinos. Desde su creación, en diciembre de 2013, la Secretaría de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas se abocó a realizar actividades y elaborar materiales junto a la sociedad civil a fin de difundir esta temática en todos los ámbitos.

Esta perspectiva exige asimismo la participación, el compromiso y la articulación de los distintos organismos e instituciones del Estado a todos sus niveles, por lo que la Secretaría trabajó en coordinación con las provincias, la Jefatura de Gabinete y los ministerios nacionales. De la misma forma, coordinamos junto a la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación acciones tendientes a apoyar iniciativas y actividades que realizan las instituciones académicas de nivel superior. En este marco, con el objetivo de contribuir a la difusión de la Cuestión Malvinas con actividades, debates, docencia e investigación, se crearon los Observatorios Cuestión Malvinas en Mendoza –conformado por siete universidades– y la Patagonia –del que participan otras seis–, además de haberse lanzado el Primer Concurso de Proyectos “Malvinas en la Universidad”, entre otras iniciativas.

Igualmente importante es la colaboración con el Ministerio de Educación para garantizar la presencia de la Cuestión Malvinas en los programas escolares, tal como lo plantea la Ley de Educación Nacional aprobada en 2006.

Desde la Secretaría también se coordinó la iniciativa de carácter humanitario del Estado nacional para la identificación de restos de combatientes argentinos fallecidos durante el conflicto del Atlántico Sur y sepultados en el Cementerio de Darwin, en colaboración con el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Sin lugar a dudas, la mejor forma de mantener vigente nuestro reclamo es continuar planteándolo como política de Estado y como una cuestión regional y global, tal como lo describió con claridad y contundencia la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner al intervenir en la sesión del Comité Especial de Descolonización de la ONU, el 14 de junio de 2012: “El hecho de que el Reino Unido no respete las resoluciones de Naciones Unidas va más allá de una cuestión bilateral con la República Argentina. Obviamente, nos afecta en primer término, pero yo creo que afecta al orden global, creo que afecta a las posibilidades de tener un mundo más justo, más seguro, más equitativo, más igualitario, un mundo que está cambiando”.