El candidato a senador por el kirchnerismo asegura que el FpV tiene mucho para crecer en la ciudad si explica bien sus propuestas a futuro y que lo conquistado se puede perder.
¿Qué balance hace de las elecciones en la ciudad?
Hay dos reflexiones. La primera es sobre la importancia de las PASO, el altísimo nivel de participación. Las internas se instalaron y es un mecanismo de democratización que algunas fuerzas utilizaron mejor que otras. Que a 30 años del regreso de la democracia tengamos este proceso no es algo menor, aunque muchos lo den por sentado. Hay un segundo tema que tiene que ver con nuestra fuerza política, que estamos renovando la elección de 2009. En principio, con un piso de 20 puntos, con el que ponemos tres diputados y competimos por un senador. Estamos triplicando el número de diputados de la ciudad. Si bien en la cuestión comparativa, al haberse agrupado el voto en tres fuerzas, no hubo dispersión como sí sucedió otras veces. Pero hay que resaltar que el PRO no está creciendo, UNEN pierde dos diputados y nosotros sumamos dos.
¿Obtuvieron el resultado que esperaban?
No. Esperábamos unos puntos más. Las encuestas nos daban 22. Ahora hay que ver si la concentración de votos en las listas en UNEN se vuelve a dar en octubre. Tenemos que seguir trabajando.
¿Qué campaña imagina?
Va a estar enfocada en ampliar nuestra base electoral, tratando de ser lo más amplios posibles en el debate. Tratar de llegar a todos los sectores, buscando la mejor manera de llegar con nuestras ideas. Y planteando dos ejes centrales. Uno es que no queremos volver a los 90. Hay que dejar en claro que las otras dos fuerzas en disputa son dos versiones de lo mismo: quieren volver a los 90, a las políticas neoliberales. Una fuerza está emparentada con el menemismo y la otra, con la Alianza. Y el otro eje es basarnos en todo lo que hicimos, con una propuesta que haga énfasis en el futuro.
¿Hace alguna autocrítica de esta primera etapa de la campaña?
Hicimos una campaña defendiendo mucho lo que ya se conquistó e hicimos poco hincapié en lo que vamos a hacer y en lo que se puede perder si gana la oposición. Si uno ve los países europeos, las políticas de ajuste están haciendo perder todas las conquistas que nosotros logramos estos años.
¿Cree que hay sectores que tienen ese plan y no lo explicitan?
Macri sí lo dijo: va a privatizar todo lo que se estatizó. En cambio, el discurso de UNEN es muy poco homogéneo. Hacia adelante, salvo el tema de la corrupción como bandera, no tienen ninguna propuesta en común. Y aquellas que tienen de manera genérica –como el 82% móvil– no dicen de dónde sacarían la plata.
¿Qué se está discutiendo?
Estamos discutiendo entre el modelo de la ciudad y el de Nación. Si uno va a Villa Lugano, se va a encontrar con la desatención del gobierno de Macri para con los que menos tienen. Estamos discutiendo dos modelos en cuanto al rol del Estado, entre uno que promueve a los actores y otro que es simplemente espectador. Pero no sólo el Estado, sino un modelo de democracia: Macri vetó 120 leyes.
Usted habla del casi 20 por ciento obtenido como un piso, ¿cómo piensan aumentarlo?
Estamos convencidos de que vamos a elevar ese porcentaje. Hoy leía que nosotros somos, después de Insaurralde en la provincia de Buenos Aires, la boleta que más votos sacó para el Frente para la Victoria a nivel nacional.
¿Alcanza para retener la senaduría?
No, vamos a ampliarlo. Para las elecciones de jefe de Gobierno, obtuvimos el 27% y el 35% obtuvo Cristina en las presidenciales. Sabemos que todavía hay un sector importante que acuerda con nuestras políticas, pero que cree que en las elecciones legislativas vale la pena votar otra cosa. Algunos piensan que ya es imposible que se dé marcha atrás con lo que ya se hizo, otros recuerdan que aun sin tener la mayoría entre 2009 y 2011 hicimos muchas cosas, otros porque creen que es necesario darle un toque de atención al Gobierno para que modifique algunas cosas, que estamos dispuestos a modificar, por supuesto, porque quedan muchas asignaturas pendientes. Hay distintas razones por las cuales se puede creer que nosotros podemos prescindir del voto. Y la verdad que no es así: estamos decidiendo cuál va a ser el Congreso que va a acompañar a Cristina entre 2013 y 2015 y que debe dar la pelea para continuar con el desarrollo y avanzar en la distribución del ingreso. Cuando en 2009 ganó el Grupo A, sólo se limitaron a poner palos en la rueda, no nos votaron ni el presupuesto. Es importantísimo que se mantenga la mayoría oficialista para que se pueda avanzar en las transformaciones. Si no el Congreso estará dos años sin funcionar.
¿Qué cosas debe plantear el FpV en estos meses?
Tenemos que explicar más nuestras propuestas. A pesar de las dificultades que tenemos con los medios monopólicos que nos dificulta la tarea de hacer llegar nuestra opinión porque sólo salen las malas noticias, hicimos un esfuerzo enorme de militancia. Eso quedó demostrado en algunas comunas, donde hay menos edificios y más casas y por ende más posibilidades de llegar a cada hogar. Tuvimos una campaña con mucho acompañamiento y cariño. En ningún momento hubo gestos de agresión y eso que hemos recorrido desde Barrio Norte, microcentro, Soldati, Lugano, Villa Urquiza, Saavedra. En todos los lugares, el clima era bueno. Estamos en condiciones de ampliar la base electoral fuertemente.
¿De dónde saldrán esos votos?
Tenemos mucho para crecer, fundamentalmente en la zona sur y en los sectores medios. Hay que explicar que la clase media fue una de las más beneficiadas por este modelo, los profesionales, los estudiantes. Realmente, tienen un porvenir en el país por los cambios que instrumentaron Néstor y Cristina desde 2003. Hay sectores de clase media con los cuales tenemos que discutir, hacerles llegar nuestra propuesta y captar su voto. Hay gente que nos votó, que estuvo con nosotros y que ahora tomaron otras decisiones. Hay que retomar el diálogo y tratar de reincorporarlos.
¿Qué continuidades y rupturas advierte en el electorado?
Lo más importante, es que el FpV ha logrado estabilizarse en un núcleo muy duro. Hasta 2003, era muy intermitente nuestra presencia, a tal punto que hubo elecciones, como en la que ganó Ibarra, en la que no se presentó el PJ. Y en la anterior Granillo Ocampo había sacado 1,5%. Tuvimos muchas dificultades con la representación en el distrito. El FpV, junto con otros sectores populares y progresistas pero con el peronismo como columna vertebral, consolidamos una base importante. E incluso en momentos difíciles, como en estas PASO, sacamos una buena cantidad de votos. Estamos convencidos de que vamos por los cuatro diputados, vamos a retener la senaduría y vamos a alcanzar nuevamente el 27% que nos votó en 2011.
¿Qué evaluación hace del desempeño de UNEN y PRO?
Quien ha perdido más votos es el PRO. Llamó mucho la atención el festejo del macrismo, no estaba muy en claro qué festejaban. Y después UNEN, es muy difícil saber qué va a pasar con ese voto, donde hay sectores muy contradictorios. Están los que propusieron la 125 y los que encabezaron la resistencia del campo; están los que dicen que hay que privatizar todo y los que están a favor del Estado; los que dicen que hay que volver al FMI y los que no hay que pagar la deuda. No hay forma de que tengan un programa en común. Es muy difícil que se concentre el voto allí. Lo único que los une es ponerle palos en la rueda, y encima lo dicen.
Carrió aseguró que no le importaría que Coalición Sur quede segunda mientras los tres senadores sean de la oposición.
Bueno, eso demuestra que no hay una fuerza de centroizquierda, sino dos fuerzas de derecha compitiendo con nosotros. Ésta es la mayor demostración de que entre ellos no hay diferencias. Para ellos, no importa quién gane, sino que no entre Filmus.
¿Qué opina de la elección nacional del FpV?
Cada caso es particular. Por ejemplo en Río Negro tuvimos un éxito no tradicional para nosotros sacando 20 puntos de ventaja sobre el radicalismo, pero también tuvimos provincias donde tradicionalmente ganábamos y no lo hicimos. El caso de San Juan, La Rioja o Jujuy. Para esto sirven las PASO. Ahora podemos focalizar más los discursos en cada uno de los casos. La elección no fue lo que esperábamos, aunque mantenemos o mejoramos nuestra representación en el Congreso.
¿Cree que el resultado se puede revertir?
Sí. Cinco puntos en la provincia de Buenos Aires no son imposibles de revertir. En muchos lugares, cuando haya que poner el voto definitivo en octubre, la gente va a defender lo que conquistamos. El tema central es ése. Hay una idea de que no se va a perder nada, de que lo conquistado ya está. Pero no hay una mirada respecto de lo que se puede perder porque esta gente va a anular la movilidad jubilatoria, van a bajar los salarios docentes y eliminar el 6,5% del presupuesto de Educación. Van a dar marcha atrás con las conquistas sociales.
¿Le preocupa que algunos intendentes pateen en contra?
Va a haber, seguramente, una etapa de discusión y debate. Pero hay una convergencia política e ideológica muy fuerte en torno a la conducción de Cristina. Es verdad que hay que analizar qué pasó, cuáles fueron los déficit, pero también hay que dejar en claro que los que estamos en condiciones de resolver las asignaturas pendientes somos los que hicimos todo hasta acá. Porque cualquiera puede decir “hay que mantener lo que está bien y corregir lo que está mal”. Lo digo yo también, eso es el ABC de la política. Lo importante es decir cómo mantener lo que está bien y hacia dónde avanzamos. ¿Hay que cambiar de camino o continuar en el mismo para que haya menos pobreza, más educación, más trabajo, más integración y más derechos? Si es ir para atrás, entonces estamos en problemas. Cuando Lilita Carrió dice que le da lo mismo que ganen ellos o el PRO, entonces
¿está de acuerdo con una devaluación del 40%? Que lo diga.
¿Qué opina del “fin de ciclo”?
El fin de ciclo se logró, por ejemplo, en 1955, cuando se destruyó lo que se logró hacer desde 1945. A través de un golpe de Estado, rompieron los derechos de los trabajadores, la industrialización del país. El fin de ciclo es lo que dijo hace unos días el presidente de la Rural: volvamos a un país primario, que exporte materia prima. Tratar de que no haya trabajadores, que se consuma menos y tengamos más saldo exportable. Terminar con esta conquista de derechos que hemos conseguido, donde los peones rurales y las trabajadoras domésticas obtuvieron derechos que no tenían, donde la fertilización asistida pasa a ser para todos, donde el matrimonio igualitario ha logrado una equiparación de derechos. Hay muchos derechos conseguidos y no queremos que se vaya para atrás. No hablan del fin del gobierno de Cristina o del kirchnerismo: es el fin de un modelo y cambiarlo por otro. ¿Vamos a volver a retroceder como cada vez que nos tocó un ciclo histórico en el que logramos avanzar un poquito?
¿Cuánto tiene de plebiscitaria la elección en octubre?
Esta elección es crucial. Es imprescindible tener la posibilidad de aprobar leyes que defiendan al pueblo y a la Argentina. El Congreso no debe controlar al Ejecutivo porque para eso hay organismos específicos. El Congreso debe aprobar leyes para que el país siga creciendo, diversificando y ampliando derechos. Todavía hay muchos temas pendientes, como por ejemplo, la reforma del Código Civil, en la que se va a discutir qué pasa con la adopción, la fertilización asistida, las comunidades originarias, la propiedad.
¿Qué clima advirtió en el FpV?
En los momentos más difíciles, Cristina y Néstor mostraron más coraje. En 2009, se avanzó en la estatización de las AFJP, la sanción de la Ley de Medios, la estatización de Aerolíneas, aprobamos la movilidad jubilatoria, lanzamos la Asignación Universal por Hijo y el programa de entrega de notebooks. Estas PASO nos sirven para repensar, reagrupar fuerzas y poner el foco en lo que podemos mejorar y tener una mejor elección en octubre.
En lo que queda del año, ¿qué se discutirá en el Congreso?
Quedan muchas cosas pendientes, como el Presupuesto. Pero también hay muchas leyes, como el Código Civil. Hasta octubre va a haber pocas sesiones, pero muchos temas para tratar. Este año hemos tratado una ley que incorpora el tratamiento de los trastornos generales del desarrollo al Plan Médico Obligatorio; avanzamos en leyes de protección de áreas marítimas, la ley de los centros de estudiantes. La verdad es que tratamos una buena cantidad de derechos.
Entrevista publicada en Diario Z