El candidato a renovar su banca de senador por el kirchnerismo porteño, Daniel Filmus, salió al cruce de sus competidores de la oposición que dicen respaldar algunas iniciativas del gobierno nacional, pero a las que les dieron la espalda cuando se trataron en el Congreso. Filmus desempolvó del libro de sesiones del Parlamento las votaciones de una serie de leyes, donde, salvo algunas excepciones, los principales candidatos opositores en la Ciudad –la macrista Gabriela Michetti y Elisa Carrió, Fernando “Pino” Solanas, Alfonso Prat-Gay y Ricardo Gil Lavedra de la alianza Unen– votaron en contra, se abstuvieron o se ausentaron de la sesión. La lista incluye desde proyectos económicos como la recuperación de YPF, Aerolíneas y las AFJP o la regulación de las prepagas médicas; hasta judiciales, como la eliminación del avenimiento en el caso de violaciones; y temas laborales como el servicio doméstico y el trabajo agrario, o la ampliación de derechos como el voto optativo a los 16 años, la Ley de Identidad de Género y el matrimonio igualitario. También cuestionó a los opositores que centraron el debate electoral contra el gobierno nacional pero no cuestionan al “procesado” jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri.
–Usted ha criticado a la oposición que dice reconocer algunas cuestiones positivas del Gobierno, pero que no acompañó esas decisiones con su voto cuando éstas se trataron en el Congreso…
–Precisamente porque cuando hubo que votarlas en el Congreso se ausentaron o votaron negativamente. Por eso decimos que necesitamos legisladores que a la hora de votar lo hagan por las políticas transformadoras y progresistas que defienden a los sectores populares. Si tomamos como ejemplo una lista de temas, que muchos candidatos opositores reivindican, no contaron con su apoyo, salvo casos aislados.
–¿A qué leyes se refiere?
–En la ley de recuperación de YPF, salvo Solanas que votó afirmativamente, el resto de los ahora candidatos estuvo ausente. El tema de la anulación del avenimiento, que se originó tras el asesinato de una chica en La Pampa a manos del violador al que había perdonado: ahí sólo votaron a favor Solanas y Gil Lavedra, mientras que Michetti, Carrió y Prat-Gay estuvieron ausentes. En identidad de género y matrimonio igualitario pasó exactamente lo mismo, incluso Michetti votó en contra del matrimonio. El voto a los 16 años, Michetti también estuvo ausente, pero el PRO votó en contra. Sin embargo, cuando este tema se votó en la Legislatura porteña, como al macrismo le convenía lo votó a favor pese a que en el Congreso se opuso. Hasta en el rechazo al referéndum que el Reino Unido hizo en Malvinas, que fue aprobado por unanimidad, sólo estuvieron en el recinto Prat-Gay y Gil Lavedra. Las ausencias también son una muestra del interés que ponen en estos proyectos, y en el caso de Michetti, sobre 14 ejemplos que tomo, se ausentó en 9, en 2 se abstuvo y en las otras votó negativo.
–La oposición se planteó como objetivo en esta elección que el kirchnerismo pierda la banca en el Senado por la Ciudad. ¿Qué opina sobre este planteo?
–Esto demuestra que el único objetivo que los une es ponerle palos en la rueda al gobierno nacional y, como sucedió con el Grupo A, paralizar en el Congreso las iniciativas del Ejecutivo. La tónica que se plantean es llegar lo peor posible a 2015 para poder ser alternativa. El riesgo es si ganan estos sectores y obtienen una mayoría en las Cámaras que paralice al Gobierno en medio de la crisis internacional, donde hay que tomar muchas medidas con el respaldo del Congreso y que Cristina se quede sin esta herramienta importantísima para adoptar medidas contracíclicas que protejan nuestra economía. Esto demuestra que no tienen propuesta en común más allá de oponerse al kirchnerismo y hasta el rabino Bergman dijo que prefiere que Unen salga segundo para que no entremos al Senado. No negamos que tenemos asignaturas pendientes, pero creemos que solo se pueden resolver si seguimos en la misma dirección y no volviendo para atrás y destruir lo que se consiguió en estos diez años. Ese es el debate.
–El argumento opositor es frenar una hipotética reforma constitucional que habilite una segunda re-reelección presidencial.
–No es un argumento válido porque no está en discusión una reforma constitucional, no está en la agenda y la Presidenta lo ha planteado así. Quiere forzar un tema que los aglutine, como hizo Massa yendo a la escribanía, que ni siquiera tiene valor.
–La campaña porteña está centrada en el debate con el gobierno nacional pero escasean las propuestas sobre la Ciudad. ¿A qué se lo atribuye?
–En el caso de Unen no hay críticas y debates con el macrismo sobre el modelo de Estado y el modelo de democracia que plantea Macri, con 120 vetos a leyes de la Legislatura o la represión en el Borda, o su procesamiento por las causas de la UCEP o las escuchas ilegales. No existe una tercera posición o de centroizquierda, sino sumarse por derecha al macrismo en la crítica al gobierno nacional. Es la única forma de estar juntos aquellos que no tienen ningún elemento en común: en Unen está el que hizo la Resolución 125 y quien encabezó la resistencia a la 125, está el que no quiere pagar la deuda externa y el que dice que hay que volver al FMI, los que privatizaron las empresas y el que dice que todo debe ser estatal. La verdad es que es muy difícil que desde allí salgan proyectos comunes.
–Desde la oposición también lo acusaron a usted de haber renunciado a la Comisión de Acuerdos del Senado para evitar la discusión sobre el ascenso del cuestionado jefe del Ejército, César Milani.
–Lo dije muchas veces: yo no integro esa comisión, sólo lo hice una vez en reemplazo de Beatriz Rojkés en un debate sobre la designación de jueces, porque en ese momento ella formó parte de la comitiva oficial que viajó a Holanda para la asunción de la reina Máxima.
–¿Qué opinión tiene sobre el caso Milani?
–Acuerdo con la decisión de la Presidenta de elevarlo a la Justicia para que decida y sacarlo del debate electoral.
Publicado en Página/12